Después de años de búsqueda, la Vida me puso entre los brazos a una niña con parálisis cerebral. Al contemplar su misterio, acepté nuestra naturaleza y sentí mi vocación. Quería ayudar a otras personas a ser felices siendo ellas mismas.
Por eso soy acompañante en el proceso de encontrar nuevos caminos.
Los pilares de mi propuesta terapéutica son: la práctica corporal, la práctica onírica, la práctica artística y la relación afectiva dentro de una alianza cooperativa con mi cliente.